Si es cierto que una de las dificultades es lo proyectado, la otra es la dificultad para darnos cuenta de lo que verdaderamente necesitamos. Por supuesto que cuando no obtenemos lo que creemos necesitar, nos resulta mas facil reaccionar que procurarnos aquello que nos falta, aunque muchas veces estemos pidiendo cosas equivocadas.
Por ejemplo, puedo montar un escandalo porque has llegado tarde. Asi, la discusión se centra en esa pelea aparente. Poer no se trata de eso, sino de ver que es lo que te estoy pidiendo a traves de la puntualidad. Si me enfurezco porque llegas tarde, quizas lo que necesite no se resuelva con que llegues pronto. Habria que ver que me afecta tanto, que interpretación hago de tu tardanza, que es lo que necesito de ti, que te estoy pidiendo al reclamarte puntualidad… Que me demuestres q te importo? Que me valores? Que me consideres? De que estoy hablando cuando reacciono asi?
Cuando estamos demasiado centrados en nosotros mismos, no podemos ver lo que le pasa al otro y nos volvemos autoreferentes.
Para el otro, desde fuera, nuestra actitud parece por lo menos exagerada cuando no francamente irracional. Y posiblemente lo sea, porque estas actitudes tan arcaicas provienen en realidad de los primeros años de vida, de las conductas que aprendemos para defendernos de las heridas padecidas en la infancia.
CHON Bradshaw llama a este recuerdo de la herida primigenia “el niño herido”. Es este niño herido que llevamos dentro el que nos hace actuar asi. Los dolores que no pudimos expresar en nuestra infancia lso cargamos como una mochila, y se expresan en nuestras reacciones antes de que nos demos cuenta, de modo que nos encontramos instalados alli antes de poder pensar. Estas reacciones son lasque nos causan problemas en las relaciones.
Este niño herido que llevamos en nuestro interor es como un agujero negro que lo absorve todo, es como un dolor de muelas: cuando aparece no podemos pensar en otra cosa, el dolor domina nuestra vida.
En muchos casos de separacion el problema no se encuentra en la relacion de uno con el otro, sino en asuntos no resueltos de uno de ellos (o de los dos) con su propio pasado.
Mi reaccion genera tu reaccion, y asi nos vamos potenciando negativamente
Entrada psicológica :) Me gusta.
ResponderEliminarPrecisamente el otro día empecé un libro de jorge bucay en el que trataban ese tema aplicado a las relaciones de pareja: en no centrar la causa de los problemas en la otra persona, sino en nuestras propias frustraciones y expectativas.
Es cierto que no todo es blanco o negro: siempre hay una cara oculta que tener en cuenta, tanto de nosotros mismos como de la persona con la que estemos tratando. Como la cara oculta de la luna :)