Das, das, das... ¿Es suficiente?
¿Recibimos lo justo? ¿Lo justo es suficiente?
¿Es lo máximo de los demás y nos parece poco?
¿Cuándo es equitativo?
¿Es más sano el equilibrio de la igualdad, que el equilibrio de la compensación?
Es decir, me planteo si deberíamos dar lo mismo que recibimos, o recibir lo mismo que damos, o en cambio, es mejor compensar las carencias de uno con las nuestras.
Son dos tipos de equilibrio.
Pero esto tampoco sé si se puede llegar saber, ya que la interpretación es libre y cada uno puede dar 10, cuando en realidad el otro percibe 5.
¿Podemos forzar el entendimiento y asumir que su 10 siempre sera nuestro 5?
No me parece bien, al igual que tampoco me parece bien que nos den 20 para notar 10.
Quizá tampoco es por siempre.
Los reclamos de atención van según el grado de caprichoso que uno sea, caprichoso e impaciente. Por lo tanto, esto se va a desvanecer en cuanto consiga lo que quiera, o en cuanto persiga una nueva cosa.
Igual que yo reclamo, el otro no da suficiente. ¿Quién tiene razón, si ésta existe?
Creo que necesito el otro punto de vista. Voy a cambiar mi rol.
Interesante reflexion la tuya.Te podria decir que lo importante es dar sin recibir nada a cambio....pero tu y yo sabemos que eso es mentira y desde luego no te voy a tomar por tonta
ResponderEliminarNo se darte una respuesta,cada persona y cada situacion tienen una solucion diferente
Lo unico que puedo decirte es que si te apetece hablar con alguien ya sabes donde estoy
Besitos